Escarabajo
Hoy te voy a contar por qué los escarabajos son tan importantes para la naturaleza y para nosotros.
¿Qué son los escarabajos? Los escarabajos son como pequeños tesoros del mundo natural. Son insectos con cuerpos duros y a veces brillantes. Imagina que son como los superhéroes del jardín.
¿Dónde viven? Los escarabajos viven en muchos lugares diferentes. Puedes encontrarlos en bosques, en prados, en desiertos y hasta en playas. Pero lo más emocionante es que también viven en bosques tropicales. Ahí es donde hay más escarabajos, como si fuera una fiesta de bichitos.
¿Qué comen? Los escarabajos tienen un apetito curioso. Algunos son como vegetarianos y les encanta comer plantas. Pueden comer hojas, raíces, semillas y hasta flores. Otros son como recicladores y se comen cosas que están en descomposición, como madera muerta o hojas secas en el suelo. ¡Son como los basureros del bosque!
¿Por qué son importantes? ¡Aquí viene lo más emocionante! Los escarabajos tienen un trabajo muy importante: Reciclan la naturaleza: Cuando las hojas caen de los árboles, los escarabajos ayudan a descomponerlas. Así, los nutrientes vuelven al suelo y las plantas pueden crecer felices.
Ayudan a los árboles: Algunos escarabajos comen madera. Pueden parecer traviesos, pero en realidad están ayudando a los árboles a deshacerse de la madera vieja y enferma.
Son como los limpiadores del bosque: Los escarabajos carroñeros se comen cosas que están en descomposición, como excrementos o animales muertos. Así, mantienen todo limpio y ordenado.
En resumen, los escarabajos son como los guardianes del mundo natural. Nos ayudan a cuidar de las plantas, los árboles y a mantener todo en armonía. Así que, la próxima vez que veas un escarabajo, ¡salúdalo y agradece por su importante trabajo!
¿Qué rima escribí sobre el escarabajo?
En la tierra húmeda y fresca,
donde el sol besa la hierba,
un escarabajo trabaja sin tregua,
rodando su bola con destreza.
Pelotero incansable, de lomo brillante,
empuja su esfera con fuerza constante,
la carga de excremento, su tesoro fragante,
un mundo en miniatura, su vida errante.
Bajo el sol ardiente, sin queja ni lamento,
el escarabajo rueda, un ser diminuto y contento,
su tarea ancestral, su propósito sincero,
transforma la materia en abono verdadero.
Así, en su danza circular, el escarabajo persiste,
un obrero silencioso, en la sombra existe,
y aunque su labor pase desapercibida,
es un héroe anónimo, en la tierra querida.
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