Dragón de agua
Hoy te voy a contar por qué los dragones de agua son tan especiales para la naturaleza y para nosotros, los seres humanos.
Los dragones de agua no son como los dragones de los cuentos de hadas. Son lagartos hermosos que viven cerca del agua. Aquí tienes algunas cosas interesantes sobre ellos:

¿Dónde viven? Los dragones de agua viven en lugares húmedos, como selvas, bosques tropicales y ríos. Les gusta estar cerca del agua porque son excelentes nadadores.
Imagina un lugar lleno de hojas verdes, árboles altos y riachuelos burbujeantes. Ahí es donde encontrarás a estos pequeños dragones.
¿Por qué son importantes? Los dragones de agua ayudan a mantener el equilibrio en la naturaleza. ¿Sabes cómo? Comen insectos molestos como mosquitos y saltamontes. ¡Son como nuestros héroes secretos!
Además, cuando nadamos en ríos o lagos, a veces vemos algas flotando en el agua. Los dragones de agua también se comen esas algas. ¡Son como los limpiadores del agua!

¿Qué comen? Los dragones de agua son vegetarianos. Les encanta comer hojas, frutas y flores. Imagina que tienen un pequeño picnic bajo los árboles.
También les gustan los insectos acuáticos, como libélulas y moscas de agua. ¡Son como los chefs de la naturaleza!
¿Cómo se ven? son de color verde brillante o marrón para mezclarse con las plantas y el agua.
Tienen ojos grandes y cuerpos largos. Algunos incluso tienen una cresta en la espalda, como una corona de dragón.

En resumen, los dragones de agua son pequeños héroes que nos ayudan a mantener el mundo natural limpio y equilibrado. Así que, la próxima vez que veas un río o un lago, ¡piensa en los dragones de agua que viven allí!

¿Qué sentí cuando lo vi?
«Un día, mientras caminaba cerca de un río, vi algo asombroso: un dragón de agua. Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón latía rápido. Aquí está lo que sentí:
Asombro: El dragón de agua era hermoso. Su piel verde brillante brillaba bajo el sol. Sus ojos grandes me miraban con curiosidad. No podía creer que estuviera viendo un dragón de verdad. ¡Era como un sueño!
Emoción: Mi corazón estaba lleno de emoción. Quería acercarme, pero también tenía un poco de miedo. ¿Y si el dragón no me gustaba? Pero luego recordé que los dragones de agua son amigables y no hacen daño a las personas. Así que me armé de valor y me acerqué despacio.
Curiosidad: Quería saber más sobre él. ¿Qué comía? ¿Dónde vivía? ¿Tenía amigos dragones? Me agaché junto al río y observé al dragón. Vi cómo atrapaba insectos acuáticos con su lengua larga y pegajosa. ¡Era tan genial!
Fascinación: El dragón de agua se movía con gracia. Nadaba en el río como un pez y se escondía entre las hojas. Me sentí afortunada de estar allí, compartiendo ese momento con él. Era como si el bosque y el río me hubieran dado un regalo especial.
En resumen, conocer al dragón de agua fue una experiencia mágica. Me hizo sentir emocionada, curiosa y agradecida por la belleza de la naturaleza. Y desde entonces, siempre que veo un río o un lago, pienso en mi amigo dragón y sonrío.»
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