El colimbo en su hábitat natural

Los colimbos son unas aves muy grandes y bonitas que viven cerca del agua. Les gusta nadar y bucear para buscar comida. Comen peces, crustáceos, moluscos e insectos. Son muy buenos pescadores y pueden aguantar la respiración mucho tiempo bajo el agua.

Son muy importantes para la naturaleza y el ser humano porque ayudan a mantener el equilibrio de los ecosistemas acuáticos. Al comer peces y otros animales, controlan su población y evitan que se coman todas las plantas. También al transportar semillas y nutrientes de un lugar a otro, favorecen el crecimiento de la vegetación y la diversidad de la vida.

Los colimbos viven en diferentes partes del mundo, pero sobre todo en las zonas frías del norte, como América del Norte, Europa y Asia. Allí anidan en los lagos y estanques de los bosques y la tundra. Cuando llega el invierno, se van a las costas o a los lagos más grandes donde no se congela el agua. Son aves migratorias, eso quiere decir que viajan de un lugar a otro según la estación.

Son unas aves muy curiosas y expresivas. Tienen unos cantos muy variados y bonitos, que usan para comunicarse con otros colimbos, para defender su territorio o para buscar pareja. Algunos de sus cantos suenan como risas y otros como lamentos. Los colimbos son muy fieles y se quedan con la misma pareja toda la vida. Juntos cuidan de sus huevos y de sus polluelos.

Los colimbos son unos animales maravillosos que nos hacen admirar la belleza y la complejidad de la naturaleza. Por eso, debemos cuidarlos y respetarlos, y no contaminar el agua ni el aire. Ellos nos dan mucho y nosotros podemos darles poco: solo un poco de amor y de respeto. Así, podremos disfrutar de su presencia y de su música.

¿Qué sentí cuando lo vi?

“¡Mira, papá, un colimbo! ¡Qué grande y hermoso es! Tiene el cuello tan largo y el pico tan puntiagudo. Parece un cisne elegante. ¿Puedo acercarme? ¿Puedo verlo nadar? ¿Me va a morder? ¡No tengas miedo, colimbo, yo soy tu amiga! Quiero ver cómo pescas y cómo cantas. Eres tan inteligente y tan expresivo. Me haces admirar y aprender. Gracias por dejarme verte, colimbo.»