Coatí
Los coatíes son unos mamíferos que se parecen un poco a los mapaches, pero tienen la nariz más larga y la cola más larga y rayada. Su nombre viene de una palabra que significa “nariz larga” en una lengua que hablan algunas personas en América del Sur. Los coatíes viven en muchos países de América, desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Les gusta vivir en lugares donde hay muchos árboles y plantas, porque así pueden trepar, esconderse y buscar comida. 🌳

Son omnívoros, lo que significa que comen de todo: frutas, semillas, insectos, reptiles, anfibios, pequeños mamíferos y hasta huevos de aves. Son muy curiosos y tienen un olfato muy bueno, que les ayuda a encontrar lo que quieren comer. A veces, también se acercan a las zonas donde viven las personas y les roban cosas, como comida o basura. Por eso, hay que tener cuidado de no dejar nada que les pueda llamar la atención. 🍎

Los coatíes son animales sociales, que viven en grupos de hasta 50 individuos. Los grupos están formados por hembras y sus crías, que se cuidan entre ellas y se comunican con sonidos y gestos. Los machos son solitarios y solo se juntan con las hembras cuando quieren tener bebés. Los bebés coatíes nacen después de unos dos meses y medio de gestación, y pueden ser entre dos y siete. Al principio, se quedan en el nido que hacen sus madres en los árboles, y luego empiezan a explorar el mundo con ellas. Los coatíes pueden vivir hasta 15 años en libertad y hasta 20 años en cautiverio. 🐾
Los coatíes son importantes para la naturaleza y el ser humano por varias razones. Una de ellas es que ayudan a dispersar las semillas de las plantas que comen, lo que favorece el crecimiento de la vegetación y la biodiversidad. Otra razón es que son parte de la cadena alimenticia, y sirven de alimento a otros animales, como los jaguares o las águilas.

Además, los coatíes son muy simpáticos y divertidos, y nos pueden enseñar muchas cosas sobre el comportamiento animal y la adaptación al medio ambiente. Por eso, debemos respetarlos y protegerlos, y evitar que su hábitat se destruya o que se introduzcan en lugares donde no pertenecen.

¿Qué sentí cuando lo vi?
«Cuando vi al coatí por primera vez, me quedé muy sorprendida. No sabía que existía un animal así, tan peludo y con una nariz tan larga. Me pareció muy gracioso y tierno, y quise acercarme a él para tocarlo y darle de comer. Pero mi mamá me dijo que no lo hiciera, que era un animal salvaje y que podía morderme o arañarme.
Entonces me quedé mirándolo desde lejos, y vi cómo se movía y buscaba comida. Me dio mucha curiosidad saber más sobre él, y le pregunté a mi mamá cómo se llamaba, dónde vivía y qué comía. Ella me contó algunas cosas, y me dijo que podíamos buscar más información en casa. Me sentí muy feliz de haber conocido a un animal tan especial, y me prometí a mí misma que algún día volvería a verlo y aprendería más sobre él.»
Deja una respuesta