Ciempiés
Los ciempiés son unos bichitos muy raros y curiosos que tienen muchos pies. No tienen cien pies como dice su nombre, pero sí tienen muchos. Algunos tienen 15 pares de pies y otros tienen hasta 170 pares. Cada par de pies está en un pedacito de su cuerpo, que se llama segmento. Su cuerpo es largo y delgado, y se puede doblar y mover muy rápido.

Son muy importantes para la naturaleza y el ser humano porque nos ayudan a controlar a otros bichos que pueden ser malos para las plantas y los animales. Los ciempiés se comen a otros insectos, como cucarachas, hormigas, arañas y gusanos. Así, evitan que haya demasiados y que nos molesten o nos piquen. También son una comida rica para otros animales, como pájaros, sapos y lagartijas. Así, contribuyen a mantener el equilibrio en el ecosistema.

Los ciempiés viven en casi todo el mundo, pero les gustan más los lugares donde hace calor y hay humedad. Se pueden encontrar en los desiertos, las selvas, las montañas, los bosques y las sabanas. Les gusta esconderse debajo de las piedras, las hojas, la tierra o los troncos. Allí hacen sus nidos y cuidan a sus huevos y a sus crías. Algunos ciempiés ponen huevos y otros tienen bebés vivos. Las mamás ciempiés son muy cariñosas y protegen a sus hijos de los depredadores.
Tienen dos antenas en la cabeza que les sirven para oler y sentir lo que hay a su alrededor. Algunos tienen ojos y otros no, depende de dónde vivan. Si viven en lugares oscuros, no necesitan ver mucho. En las patas delanteras tienen unas pinzas que les sirven para cazar y para defenderse. Estas pinzas tienen un veneno que les inyectan a sus presas para paralizarlas y comérselas. El veneno de los ciempiés puede ser peligroso para el ser humano, pero no suele ser mortal. Solo puede causar dolor, hinchazón y alergia. Por eso, hay que tener cuidado y no tocarlos ni molestarlos.

Los ciempiés son unos animales muy especiales que debemos respetar y admirar. Nos enseñan cómo sobrevivir en ambientes difíciles y cómo colaborar con el medio ambiente. También nos muestran la belleza y la diversidad de la naturaleza. 🐛.

¿Qué rima hice cuando lo vi?
En el jardín se desliza un ciempiés,
con cien zapatos, ¡qué estrés!
Caminando con ritmo y sin tropiezos,
baila entre las hojas y los helechos.
Con cien patitas tan ágiles y finas,
sortea las piedras y las espinas.
Un desfile que no tiene fin,
el ciempiés avanza feliz y afín.
Cien ojitos mirando al sol,
disfrutando del día sin control.
Un pequeño ser, pero con gran corazón,
el ciempiés sigue su canción.
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