El chimpancé en su hábitat natural

Los chimpancés son importantes para la naturaleza y el ser humano porque son nuestros parientes más cercanos en el reino animal. Eso significa que compartimos muchas cosas con ellos, como el ADN, la inteligencia, las emociones y el uso de herramientas.

Nos ayudan a entender mejor cómo somos y cómo evolucionamos. También son importantes porque forman parte de la biodiversidad, que es la variedad de vida que hay en el planeta. Los chimpancés ayudan a mantener el equilibrio de los ecosistemas donde viven, dispersando semillas, comiendo frutas e insectos y controlando la población de otros animales.

Los chimpancés viven en África, en las zonas de bosque y sabana. Les gusta trepar a los árboles y hacer nidos con hojas para dormir. También se mueven por el suelo, apoyándose en los nudillos de las manos.

Viven en grupos llamados comunidades, que pueden tener desde unos pocos hasta más de cien individuos. Dentro de las comunidades hay jerarquías, alianzas, amistades y conflictos. Los chimpancés se comunican entre ellos con sonidos, gestos, miradas y contacto físico.

Los chimpancés son omnívoros, lo que significa que comen de todo. Su comida favorita son las frutas, que encuentran en los árboles o en el suelo. También comen hojas, flores, semillas, miel, hongos y cortezas. A veces, cazan y comen carne de otros animales, como monos, antílopes o cerdos salvajes. Los chimpancés son muy inteligentes y saben usar herramientas para conseguir comida. Por ejemplo, usan palos para sacar termitas de sus nidos, piedras para romper nueces o hojas para beber agua.

Los chimpancés son animales fascinantes, pero también están en peligro de extinción. Eso significa que cada vez hay menos y que podrían desaparecer. La principal amenaza para los chimpancés es la destrucción de su hábitat por parte de los humanos, que talan los bosques, plantan cultivos o extraen minerales.

También sufren la caza ilegal, el comercio de mascotas y las enfermedades. Por eso, es importante proteger a los chimpancés y a su entorno, respetando su vida y su libertad. Los chimpancés son nuestros primos y merecen nuestro cuidado y nuestra admiración.

¿Qué sentí cuando lo vi?

“Cuando vi al chimpancé por primera vez, me quedé muy sorprendida. Era como un bebé peludo, con los ojos grandes y las manos pequeñas. Me dio un poco de miedo, pero también mucha curiosidad.

Quería saber qué hacía, cómo jugaba, qué comía y si podía hablar. Me acerqué despacio y le dije hola. Él me miró y me hizo un ruido. No sé qué quiso decir, pero me pareció que era amigable.

Entonces le di un juguete y él lo cogió. Empezamos a jugar juntos y nos reímos mucho. Me gustó mucho el chimpancé, era muy gracioso y cariñoso. Me sentí feliz de estar con él y de aprender cosas nuevas. Me di cuenta de que era muy parecido a mí, pero también diferente. Me gustaría volver a verlo y seguir jugando con él. Creo que el chimpancé y yo somos amigos.”