Caracol
Los caracoles son unos animalitos muy interesantes que viven en muchos lugares del mundo. Hay caracoles que viven en la tierra, otros que viven en el agua dulce y otros que viven en el mar.
Los caracoles tienen una casita de colores que se llama concha, donde se esconden cuando tienen miedo o frío. Los caracoles se mueven muy despacito, dejando un rastro de baba que les ayuda a deslizarse.

Los caracoles son muy importantes para la naturaleza y el ser humano porque hacen muchas cosas buenas. Por ejemplo:
Los caracoles ayudan a limpiar el suelo y el agua, comiendo hojas, frutos, hongos y otras cosas que se pudren. Así evitan que se formen enfermedades o malos olores.
Los caracoles también ayudan a las plantas, porque con sus heces y sus conchas les dan minerales y nutrientes que las hacen crecer más fuertes y bonitas.

Los caracoles son parte de la cadena alimentaria, porque sirven de comida para muchos animales, como las aves, los reptiles, los peces y los mamíferos.
Los caracoles también pueden ser polinizadores, porque cuando se mueven de una flor a otra, llevan el polen que hace que se formen nuevas semillas y frutos.

Los caracoles también pueden ser instrumentos musicales, porque algunas personas usan sus conchas para hacer sonidos como una trompeta.
Como ves, los caracoles son unos seres vivos muy útiles y maravillosos.

Poema que escribí al caracol
«Un día fui al bosque con mi papá
y vi algo que me llamó la atención.
Era un caracol que se arrastraba
con su casa a cuestas y sin prisa.
Me acerqué a él y le dije hola
y él sacó sus antenas para saludarme.
Tenía unos ojitos muy pequeñitos
y una concha muy bonita.
Le pregunté cómo se llamaba
y él me dijo que se llamaba Sol.
Le pregunté qué le gustaba hacer
y él me dijo que le gustaba comer.
Le ofrecí una hoja de lechuga
y él la aceptó con gusto.
Me dijo que era muy amable
y yo le dije que era mi amiga.
Jugamos un rato en el bosque
y nos contamos nuestras cosas.
Él me dijo que le gustaba el sol
y yo le dije que me gustaba la luna.
Nos dimos un abrazo de despedida
y él me dijo que volvería a verme.
Yo le dije que lo esperaría
y él se fue con su casa a cuestas.
Me fui al bosque con mi papá
y encontré algo que me hizo feliz.
Fue un caracol que se hizo mi amigo
y que me enseñó a apreciar la vida.»
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