Caballo
Los caballos son unos animales muy grandes y bonitos que me gustan mucho. Me encanta verlos correr, saltar y jugar. ¿Sabes que los caballos son muy inteligentes y que pueden comunicarse con nosotros?
Te voy a contar algunas cosas muy interesantes y curiosas sobre ellos.

Los caballos pueden ver casi todo lo que hay a su alrededor, porque tienen los ojos muy grandes y los pueden mover hacia los lados. Pero no pueden ver lo que tienen justo debajo de la nariz o detrás de la cola. Por eso, hay que acercarse a ellos con cuidado y sin hacerles ruido, para que no se asusten.
Los caballos tienen los dientes más largos que los nuestros y nunca dejan de crecer. Por eso, tienen que comer mucha hierba y mucho heno, para desgastarlos y que no les molesten. También les gusta comer zanahorias, manzanas y azúcar, pero solo de vez en cuando, como un premio.

Pueden reconocer los colores, pero no ven igual que nosotros. Ellos ven mejor el azul y el verde, pero no distinguen bien el rojo y el naranja. Así que si quieres que tu caballo se fije en ti, ponte algo azul o verde, y seguro que te mira con más atención.
Los caballos son muy sociables y les gusta estar con otros caballos. Forman grupos llamados manadas, donde hay un líder que los guía y los protege. Los caballos se hacen amigos y se cuidan unos a otros. A veces, se acicalan entre ellos, rascándose con los dientes o con los labios.
También se hablan con sonidos y con gestos. Por ejemplo, si mueven las orejas hacia atrás, significa que están enfadados o asustados.

Los caballos pueden correr muy rápido, hasta 70 km por hora. Para hacerlo, usan diferentes formas de mover las patas, que se llaman aires. Los más comunes son el paso, el trote y el galope.
El paso es el más lento y el más cómodo para el jinete. El trote es más rápido y más saltarín. El galope es el más rápido y el más emocionante. ¿Te gustaría montar a caballo y sentir el viento en la cara?
Los caballos duermen de pie y de lado. Cuando duermen de pie, usan un sistema especial que bloquea sus articulaciones y les permite mantenerse en equilibrio sin caerse. Así pueden dormir unas cuatro horas al día, pero solo duermen profundamente unos minutos. Para dormir profundamente, tienen que tumbarse de lado, pero solo lo hacen si se sienten seguros y cómodos. Entonces, pueden soñar y hasta roncar.

¿Qué sentí cuando lo vi?
«Hoy he conocido a un caballo. Es un animal muy grande, más que mi papá, y tiene una melena muy larga y suave. Me ha mirado con sus ojos grandes y brillantes y me ha hecho un ruido con la boca. Me ha parecido muy gracioso y simpático.
Me ha dejado acariciar su nariz, que es muy blandita y calentita. Me ha enseñado cómo corre y cómo salta. Me ha dicho que le gustan las zanahorias, que son como palitos naranjas. Me ha contado que vive en un prado con otros caballos y que le gusta el sol y la hierba.
Me ha invitado a subir a su lomo, pero le he dicho que no sé, porque me da un poco de miedo. Me ha dicho que no pasa nada, que él me cuida y me lleva despacio. Me he atrevido a montarlo y me he sentido muy valiente y libre.
Me ha gustado mucho la sensación. Me ha dado las gracias por ser su amiga y me ha dado un beso con su lengua. Le he dicho que yo también le quiero y que volveré a verlo. Me ha regalado un mechón de su melena, que es muy bonita y huele bien. Le he dicho que es el mejor regalo que he recibido nunca. Me he sentido muy feliz de conocer a un caballo. Es mi nuevo amigo.» 🐴
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