El alce en su hábitat natural

Los alces viven en los bosques del norte de América, Europa y Asia. Les gustan los lugares con mucha vegetación, pantanos y arroyos.

Pueden vivir en zonas muy frías y muy calientes, pero prefieren el frío. Los alces se mudan de un lugar a otro según la estación y la comida.

Comen muchas cosas, pero sobre todo plantas. En verano comen hierba, hojas, flores y frutos. En invierno comen ramas, cortezas, piñas y musgo. A veces también comen hongos, algas y líquenes. Los alces pueden comer hasta 20 kilos de comida al día.

Los alces son importantes para la naturaleza y el ser humano porque ayudan a mantener el equilibrio de los ecosistemas. Los alces se comen las plantas y los arbustos que crecen mucho y así evitan que se formen incendios.

También son el alimento de otros animales, como los lobos, los osos y los pumas. Los alces también ayudan al ser humano porque les dan carne, cuero y astas. Los alces son un símbolo de la cultura y la historia de muchos pueblos.

¿Qué sentí cuando lo vi?

«Cuando vi al alce, me quedé impresionada. Era tan alto y fuerte, con su pelo marrón y sus astas anchas. Me acerqué con cuidado, sin hacer ruido, y me miró con sus ojos negros y dulces. Sentí un poco de miedo, pero también mucha admiración. Quería abrazarlo, pero sabía que no debía.

Era un animal salvaje, y podía correr muy rápido y muy lejos. Me pregunté cómo sería su vida, comiendo plantas y cuidando a sus crías. Me sentí muy feliz y muy agradecida de estar tan cerca de él. Era como un amigo de la naturaleza.»