
Historia de Ale y el águila
Alejandra era una niña de 7 años que le encantaba la naturaleza y la aventura. Un día, sus padres la llevaron a las montañas para pasar el fin de semana en una cabaña. Alejandra estaba emocionada por explorar el bosque y ver los animales que vivían allí.
La primera mañana, Alejandra se levantó temprano y cogió su mochila de exploradora. Le dijo a sus padres que iba a dar un paseo por el bosque y que volvería pronto. Sus padres le dijeron que tuviera cuidado y que no se alejara mucho.
Alejandra salió de la cabaña y se adentró en el bosque. Caminó por un sendero que seguía el curso de un río. Vio ardillas, conejos, pájaros y mariposas. Alejandra se sentía feliz y curiosa por todo lo que veía.
De repente, escuchó un sonido que le llamó la atención. Era un graznido fuerte y agudo que venía de arriba. Levantó la vista y vio una enorme ave de color marrón y blanco que volaba por el cielo. Era un águila real, el rey de las aves.
Alejandra se quedó boquiabierta al ver al águila. Era la primera vez que veía una en vivo y en plena naturaleza. Le pareció majestuosa y hermosa. Alejandra sacó su cámara de fotos y le hizo varias fotos al águila. Luego, siguió al águila con la mirada hasta que se perdió de vista.
Alejandra se sintió afortunada por haber visto al águila. Pensó que era un regalo de la naturaleza. Decidió volver a la cabaña para enseñarle las fotos a sus padres y contarles su experiencia. Alejandra sonrió y se dijo a sí misma: «Hoy ha sido un día increíble».


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